Tomé la cámara y salí a caminar la Colón en el sentido contrario al transito.
Me lo pasé intentando tomas durante un rato sin quedar del todo convencido. Como en casi todo lo que hago, la fotografía la estoy practicando de forma autodidacta y se me ha vuelto un proceso complejo en el que no termino de conformarme.
Tomaba una foto y pensaba que me había salido genial, luego me iba frente a una iglesia a tratar de hacer algunas instantaneas, me frustraba y pensaba "Tal vez debería dedicarme a otra cosa".
Así fue durante un rato, hasta que entré a un local a comer.
Subí a la planta alta, donde habían olvidado encender las luces, una mujer estaba al fondo con una notebook en lo que parecía una clase a ditancia.
Me quedé pensando algunas cosas relacionadas con el transito, miraba por la ventana mientras comía y veía a un tipo poner una mesita en una esquina, irse y volver con una pila de pre pizzas, y comprendía que acaba de desentramar otro misterio de Barrio Alberdi, ahora sabía de donde venía el hombre que vendía pre pizzas por la noche.
La mujer se despide de los que ahora sé que eran sus alumnos, habla con otra docente, maldice a uno de los aprendices a quien trata de "mal educado".
Yo empiezo a sacar fotos por la ventana con mi celular, le saco fotos incluso a mi cámara.
La mujer se va, yo me quedo, pienso un rato más.
Decido irme, al bajar veo que la mujer recién está saliendo y me deja la puerta abierta, le agradezco y encaro en el sentido contrario a ella. Esta vez camino en la dirección del transito.
Intento alguna foto más, sin mucho convencimiento de lo que estoy consiguiendo.
Vuelvo a casa, tengo cosas que hacer, voy a enviar algunos curriculums y a la noche Santiago hace su programa donde me gusta interactuar en el chat con el resto de la audiencia.