Pero cuando no podemos maniobrar esa nave es cuando empezamos a vernos abatidos por las olas de la desconfianza y la incertidumbre, y cuando no sabemos en que puede desembocar todo ese proceso.
Todos esperamos al final del día llegar a un buen puerto, dependiendo que tan pacientes hayamos sido en el día sabremos que es lo que ganaremos al final del mismo. Algunos quedan cerca, otros demasiado lejos.
El cansancio del trayecto y los golpes que el mismo nos dejen nos demostraran que tan buenos somos en nuestra especialidad, que tan bien nos desenvolvemos en nuestra tarea.
El mayor logro de este viaje, es la tolerancia que se gane en el día a día, las acciones que demuestren que tan útil le es uno a los demás.
Todos nos manejamos en una nave que es nuestra paciencia, la mía lleva por nombre "Esperanto".