martes, 23 de septiembre de 2025

Reflexivo VI

  Han notado que desde hace unas semanas en Instagram está en tendencia eso de los "Journals", son cuadernos con etiquetas, retazos de lo que sea.

    Son cuadernos llenos de retazos y etiquetas. Eso son.

    Cómo si quisieran decir que esta generción descubrió un nuevo pasatiempo.

    Entonces me acuerdo de la gente décadas atrás que pegaba papeles y calcomanías de recuerdos en cuadernos de anotaciones.

    Me acuerdo de los años noventa donde la tendencia era llenar el vidrio de la ventana d ela habitación con calcomnías varias.

    En mi caso recuerdo haber pegado etiquetas en el respaldo de la cama, calcomanías en la puerta del ropero, recortes, impresiones hechas con la impresora de casa (a color, para hacerlo todavía mas caro, recuerdo especialmente una de Michael Jackson sacada de Encarta 98) en carpetas de la escuela y en cuadernos personales. Recuerdo llenar tapas y desear terminar el cuaderno para iniciar uno nuevo para poder empezar a llenarlo de recortes y calcomanías en las tapas internas principalmente.

De las última colecciones que salieron de Chocolates Jack, incluían el jueguete y los stickers, que terminaron en este cuaderno.

sábado, 13 de septiembre de 2025

Breve resumen de mi semana

     Voy al piano, vuelvo a la computadora.

    Estoy haciendo un curso de programación, me anoté a otros cursos y decidí no continuarlos para no sobreexigirme. 

    Hice una nota con algunas cosas que tengo que estudiar antes de fin de año:

  • Aprender a programar, tener algunos proyectos concluídos, esto incluye manejar al menos 3 lenguajes con bastante más soltura.
  • Aprender a tocar el piano.
  • Terminar un par de libros más, lo que me pemitiría cerrar el año con 4 libros leídos.
  • Mejorar en fotografía, pero acá no soy tan exigente, el proceso toma tiempo y no voy a sobre exigirlo.
  • Aprender a editar fotografía, y acá también me relajo un poco, porque todo proceso nuevo suele serme un poco traumático.
  • Mejorar un poco más lo aprendido en edición de audio, pero lo logrado este año resultó bastante bueno.
    Para el año que viene quedará pendiente 
  • Aprender a editar video
  • Mandar a arreglar la guitarra y aprender a tocar, porque llevo años amagando y postergando.
  • Tendria que mejorar con la armónica, en algún momento, no se si sea el año que viene tendré que dedicarle el merecido momento.
  • Volver a encuadernación, ya tengo los materiales, conseguí la prensa y un asa de plastico para poder retomar el emprendimiento.
    Y mientras tanto sigo con la búsqueda de trabajo, que se hace larga, a la que ya dediqué horas de modificaciones y versiones varias de CV´s para los distintos perfiles a los que aspiro como posibilidades. 

    A esta nueva etapa le agregué la insteracción con Inteligencia Artificial, que no me dió resultados muy distintos a los que venía obteniendo años atrás pero que decidí darle prioridad para ver hasta dond epuede llevarme.

    Mi gran pelea sigue siendo organizarme para ir al gimnasio.

    ¿De que va mi semana? Va de todo un poco de eso, repasar piano, programación, revisar lugares donde entregar CV´s.

    Cada tanto salgo y entrego algunos CV´s personalmente, eso cuando veo que no hubo una respuesta esperada a los correos electrónicos.

    Si la formación avanza bien, en algún momento del año próximo, estimo antes de mitad de año, tendría que poder acceder a mi primer trabajo o practicas en programación.
    
    Hay que continuar así, no hay que perder el optimismo.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Cierta comodidad puede ponernos en grave riesgo

    El problema es la falta de motivación en la lectura y la escritura que se ve a nivel general, y con esto me refiero a los jovenes en mi país.

    Y de ahí me vino una reflexión:    

    

    Lo interesante es que uno puede buscar a los grandes autores, leer las grandes novelas, los grandes ensayos, intentar escribir con cierto nivel, y del otro lado puede haber alguien que solo lee comics y notas de farandula y escribir lo que le salga como más o menos pueda y sin embargo en el paso del tiempo si hubo dedicación de ambos lados debería haber un acercamiento en cuanto a mejora en la calidad de lectura y escritura, porque a todo ésto lo sostiene algo tan simple y complejo como la motivación.


    Porque  la gente cuanto más pasa el tiempo, ya cumplida la etapa de escolarización se dedica a leer solo con fines productivos (tengo esa idea desde hace años), lee las notas que les dejen en el trabajo, lee la lista del supermercado, y tal vez lee algo o mas bien bastante poco en redes sociales, porque más que nada se informan con videos y comentarios en su mayoría mal redactados, y esa última parte sería la lectura para esparcimiento.

    Pero la escritura es algo que se practica incluso menos, escriben porque su trabajo lo requiere, escriben para comunicarse con sus cercanos (como sea que lo logren, porque en esto se llevan por delante casi todas las normas gramaticales).

    La escritura y la lectura son dos de los procesos más revolucionarios en la evolución humana, y tengo esa sensación de que los estamos dejando muy de lado solamente por mero conformismo, prefiriendo informarnos con medios visuales que requieran menos esfuerzo de analisis, y en esto también voy a sumar el reciente problema de las Inteligencias Artificales que hasta ahora en las tareas cotidianas vino principalmente a sumar complicaciones en este aspecto.

    

martes, 2 de septiembre de 2025

Caminé para encontrarme

    Tomé la cámara y salí a caminar la Colón en el sentido contrario al transito.

    Me lo pasé intentando tomas durante un rato sin quedar del todo convencido. Como en casi todo lo que hago, la fotografía la estoy practicando de forma autodidacta y se me ha vuelto un proceso complejo en el que no termino de conformarme.

    Tomaba una foto y pensaba que me había salido genial, luego me iba frente a una iglesia a tratar de hacer algunas instantaneas, me frustraba y pensaba "Tal vez debería dedicarme a otra cosa".

    Así fue durante un rato, hasta que entré a un local a comer.

    Subí a la planta alta, donde habían olvidado encender las luces, una mujer estaba al fondo con una notebook en lo que parecía una clase a ditancia.

    Me quedé pensando algunas cosas relacionadas con el transito, miraba por la ventana mientras comía y veía a un tipo poner una mesita en una esquina, irse y volver con una pila de pre pizzas, y comprendía que acaba de desentramar otro misterio de Barrio Alberdi, ahora sabía de donde venía el hombre que vendía pre pizzas por la noche.

    La mujer se despide de los que ahora sé que eran sus alumnos, habla con otra docente, maldice a uno de los aprendices a quien trata de "mal educado".

    Yo empiezo a sacar fotos por la ventana con mi celular, le saco fotos incluso a mi cámara.

    La mujer se va, yo me quedo, pienso un rato más.

    Decido irme, al bajar veo que la mujer recién está saliendo y me deja la puerta abierta, le agradezco y encaro en el sentido contrario a ella. Esta vez camino en la dirección del transito.

    Intento alguna foto más, sin mucho convencimiento de lo que estoy consiguiendo.

    Vuelvo a casa, tengo cosas que hacer, voy a enviar algunos curriculums y a la noche Santiago hace su programa donde me gusta interactuar en el chat con el resto de la audiencia.



Sobremojado (estrené paraguas nuevo)

    Salí con el tiempo mas o menos bien medido, había cenado tranquilo, sin sobresaltos y ahora con rumbo a Alta Córdoba.

    El único inconveniente de la noche era la lluvia.

    Caminé por 5 cuadras pretendiendo evitar las baldozas flojas, lo que por momentos me obligó a caminar por la calle, y en otro tramo, ya en cale Jujuy miraba desde la vereda, casi pegado a la pared mas cercana para no terminar salpicado por los autos, las calles eran casi ríos.

    Cuando por fin logré llegar me sentí un tanto aliviado, mis zapatillas de tela no se mojaron, no me hizo falta abrir el paraguas, había un chico esperando en la parada del colectivo, y unos minutos más tarde ya estaba en el colectivo remontando la subida camino a la iglesia donde sería el encuentro.

    Todo este esfuerzo era por una amiga que estaba en un nuevo coro con el que iban a realizar una presentación acompañados de una orquesta, yo no suelo moverme de casa cuando es de noche y la lluvia no me motiva a salir.

    Pero llegué, camine a paso ligero y entré a la capilla, enfile a una caja amarilla chiquita donde se recibían las donaciones, dejé lo propio y enfilé hacia un banco donde vi un lugar libre, y esperé pacientemente.

    La paciencia se fue rápido cuando dos tarados se pararon al lado mío y se dedicaron a hablar incluso después del inicio de la presentación, eran un pareja, miré mal al chico varias veces y por momentos se callaba o bajaba un poco mas el tono, hasta que alguien se le acercó, le djo algo y por fin se calló.

    Una orquesta acompañada de un coro. Una presentación de una hora de duración. Folklore con arreglos que acercaban el repertorio al estilo de la música clásica. Todos los días se aprende algo nuevo solía decir de chico. Parece que este fue uno de esos días.

    Terminada la presentación esperé a mi amiga, pero no salió por un rato y a mí me apresuraba el horario del colectivo, por lo que emprendí el camino de regreso a casa.

    Salí de la capilla, abrí el paraguas para estrenarlo en plena tormenta, enfilé hacia la parada del colectivo pensando que tendría un mundo de gente detrás mío, pero no fue así.

    Por un buen rato estuve solo, mirando la aplicación del colectivo que no se movía de una espera de 20 minutos, hasta que un amigo comenzó a escribirme.

    "Esa es la capilla de la escuela a la que supe ir en un tiempo", "pedagogicamente dejan mucho que desear", "tené cuidado con el celular, a esa hora es todo muy solitario", "che al bondi no le falta mucho, debe estar a 5 minutos de llegar".

    Y efectivamente, llegó a los 5 minutos, y solo subimos 3 personas. 

    Regreso a casa, hice algo, por lo menos pude distraerme un rato.

    Me ayudó a comprender de que no suelo tener planes para salir a la noche, y por lo general cuando los hay no suelen ser muy lejos de casa.