martes, 14 de septiembre de 2021

Actualizando el panorama

 Así van las cosas


Mi panorama actual con la radio se encuentra en suspenso, la falta de dinero me llevó a dejar todo detenido hasta tanto reuniera el dinero necesario para hacerme con los aparatos, cables y fichas faltantes.

El plan original contempla el tocadiscos, pero esa del proyecto se encuentra fuera de las opciones a corto o mediano plazo.

Imprimí varios manuales y guiones de radio, los compilé y por el momento ese será el material con el que me capacitaré.

Con la fotografía el asunto es todavía mas lento, tengo una cámara para practicar, recambiarla no está en los planes inmediatos, aunque haya una cámara vista y a haya sobre las posibilidades de acceder a ella.

Antes del manual de radio armé e imprimí una capacitación que preparé para poder capacitarme solo, aunque la intención es realizar algunos cursos con el paso del tempo.

En principio iba a ser un solo manual de fotografía, muy didáctico, pero terminé compilando dos manuales y algunas nociones de foto que encontré en una página sobre cine.

A todo esto he sumado mi intención de aprender a dibujar, y bueno, a futuro quiero poder dibujar bien, en un cuaderno que armé he practicado algo, quiero hacer algunos cursos para mejorar lo que vaya logrando y a futuro quisiera aprender a dibujar en digital con tableta gráfica.

No son cosas difíciles para quien en principio busca aprender los conocimientos básicos. 

Piano y armónica es una incógnita, pero a esta altura son muchas cosas, confió en que más adelante podré aprender sobre estos instrumentos y sobre lectura de partitura.

Es mucho, pero de a poco y con calma iré aprendiendo un poco de cada cosa hasta lograr un conocimiento aficionado.




martes, 13 de abril de 2021

Razonando mi proyecto radial - Una tarde de Otoño en casa


 Aún no he terminado el día pero tengo algunas ideas que están ocupando parte de mi tiempo pero que pueden ser de utilidad.

Hoy empecé a pensar en la idea de ensayar los programas radiales, realizar ensayos antes de largar con el primer episodio.

Dedique un momento del mediodía para buscar libros digitales sobre radio y elaboración de un guion  radial, armé una carpeta con algunos de ellos, y mi intención es leer lo principal de cada uno para empezar a idear posibles guiones de modo que llegue al primer programa un poco mas ensayado.

Quiero que todo se haga con tiempo, voy a ir pensando ideas y de a poquito ir viendo como aplicarlas, nada de armar todo en un día, quiero tomarme apenas unos minutos diarios para ir ganando el conocimiento pero a la vez incorporándolos en la repetición de los ejercicios. Es cuestión de practica, la cotidianeidad en el paso de los años va a convertirlo en un ejercicio mucho mas sano, pienso yo.

Tengo la idea de aprender a editar en audio, grabar y editar el mínimo posible al comienzo, subir contenidos mas simples y sobre la marcha ir viendo como ir sumando algunas cosas, nada muy complicado, no quiero tener que meterme en cuestiones que después terminen pareciéndome demasiado difíciles de llevar. 

Se me ocurrió hablar de música, ocasionalmente incluir columnas de opinión de otras personas (Esa parte tengo que conversarla con los posibles candidatos), hablar de video juegos.

En estas 3 propuestas se plantean las siguientes situaciones:
- Hablar de música no esta nada mal, poseo el conocimiento, pero será necesario reforzar el conocimiento de las épocas, géneros y bandas a mencionar.

- Incluir a otras personas acarrea dos problemas a resolver, uno es que si quiero llamar a alguien por celular necesitare el soporte físico para poder pasar la llamada por la consola, luego veré como capturarla con el software adecuado.

El otro problema es que si quiero hacer la entrevista personalmente tendré que fiarme de un soporte físicos de grabación eficiente y estoy desconfiando mucho de la calidad de la función de grabación de los dispositivos celulares, creo que será necesario tener un grabador de periodista, aunque sea uno de los mas económicos. 

- Hablar de video juegos me exigirá tanto como también hablar con el columnista o invitado el tener un conocimiento en el cual tendré que indagar, leyendo, viendo contenidos de series o películas si es que resulta realmente necesario, pero mi idea es el video juego retro, el anime antes que las series y películas (aunque el desmerecimiento no es tan grande como pueda parecer) de modo que seguramente tenga que ponerme a jugar algún juego retro o ver alguna serie, por lo menos un resumen, ya que nunca jugué demasiado, y hace mucho que no veo series o películas con la frecuencia que lo hacía antes, donde tampoco lo hacía con la frecuencia que lo hace un fanático de los mas acérrimos. Mi fanatismo siempre fue a artistas y contenidos específicos, donde si he llegado a ser muy interesado en informarme sobre esos ámbitos.

- Resta aclarar que tengo que aprender a editar los contenidos pero que la idea inicial de un programa grabado, editado y subido a una plataforma puede ser la mas conveniente en principio. 

La idea de un podcast no es mala en principio, por lo que estoy pensando que debería indagar mejor sobre las alternativas para cargar el contenidos en plataformas especificas para esos contenidos, mas allá de mi intención de subirlo a mi otro blog.


Bueno, estas son las ideas que he tenido hasta el día de hoy, yo creo que si preparo contenidos que no estén pegados a la actualidad del día a día puedo armar varios guiones e ir grabando los programas con tiempo, acumular varios de ellos e ir subiéndolos de a poco, para ganar tiempo y conocimiento de practica frecuente, porque otra cosa que descubrí en estos días es que yo había prometido en la página de facebook era la de lanzar emisiones semanales por cada fin de semana, y estoy notando que eso no será algo muy posible de realizar con la frecuencia anunciada inicialmente, dado que correría peligro mi ritmo de cursado, por lo que creo que los contenidos serán cargados en la mejor de la situaciones una vez cada dos semanas. 

Yo sé que para un contenido de consumo no es la frecuencia recomendada, y que tengo antecedentes muy serios de inconstancia, el mejor ejemplo es mi manejo de redes sociales, y creo que mi será inconstancia con los blogs es mi caso mas lamentable, pero en esto tengo que empezar a romper esa inconstancia, voy a esforzarme para dejar de ser tan inconstante.

Ahora estoy recordando que con youtube podría llegar a tener problemas en la reproducción del contenido, de modo que tendré que pensar seriamente el uso o no uso de pistas musicales como también la conveniencia de majarme en esa plataforma. Ese solo razonamiento podría redireccionar todo formato de contenido.


Hasta aquí mis pensamientos del día, supongo que mas adelante volveré con mas razonamientos
personales. 

lunes, 12 de abril de 2021

Peleándome con lo mismo de siempre

 No me cuesta mucho confundirme diariamente.

Casi en cualquier actividad tengo facilidad para confundirme y sentirme perdido, un ejemplo claro me pasó hace tan solo unos minutos cuando me puse a pensar que desde hacía meses tenía mezcladas notas de índole personal en mi otro blog que está principalmente enfocado a la part6e periodística, pero es que a día de hoy no se exactamente que hacer con ese blog.


Este otro blog estaba pensado para arrojar en él todo lo que fuera a nivel personal y se saliera del lado periodístico, pero con el tiempo se volvió un espacio de publicación de texto pseudo literarios.

Tengo que encontrarle una solución a aquello, porque claramente me tiene muy confundido.


Pero a parte de mi problema de mareos, tengo esa notable facilidad para perderme en una conversación, cuando estoy caminando a veces me confundo con una facilidad que sorprendería a mas de uno. 


Ahora saqué la publicación que tenía en el otro blog y la pasé a este blog. La confusión sobre el uso de cada espacio me persigue, y se debe principalmente a que el otro blog tiene mas visitas y muy pocas publicaciones, hablar de periodismo me requiere mas trabajo de en cuanto al uso del lenguaje especifico, el cuidado de la redacción, la investigación incluso para poder manejar información precisa.

Creo que si lo ato al futuro programa de radio podría tener un poco mas de vida, pero aún así no estoy seguro de que rinda gran resultado, no creo que le brinde una vida activa como en cambio si puedo hacerlo acá, donde las ideas realmente no abundan pero si se ven reflejadas mucho mas seguido que en mi otro blog.


En fin, ideas... ideas que las pienso, pero que en la practica no muestran constancia, quizás la parte mas grave de todo. Mi falta de constancia.

He pensado muchas veces en lo necesario de tener un cuaderno a mano, en tener borradores e ir integrándoles líneas de a poco para asegurarme de poder subir publicaciones con un poco mas de periodicidad. 

Esta última idea viene justamente del otro blog, con la intención de mantener el perfil periodístico, y para ello había pensado en subir notas mas elaboradas pero trabajadas con tiempo y dedicación en un borrador para luego cargarlas.

Ahora se me ocurre que podría hacer lo mismo en este blog.

Y es que toda idea al final se ve maravillosa en este blog, pero no en el mas antiguo, y todo por querer darle un corte que no supe mantener en el tiempo.


Está claro que a mi se me da mas fácil escribir de un modo mas descontracturado, aunque realmente no sepa si aquello que hago lo hago bien o no. 


Novedades al día de hoy

 Este verano fue bastante productivo en términos de entretenimiento, si tengo que tener en cuenta de que soy de quedarme en casa sin hacer mucho o de salir a caminar, el ponerme a reflexionar que vi series, termine de leer una saga de libros y avance en otras ideas, incluido un emprendimiento, posiblemente este sea el verano mas productivo en muchos años.

Y todavía no estoy mencionando que realice el ingreso a una carrera en la universidad. 

Si, fue un verano intenso, intenté que no me llevara por delante y pude disfrutar bastante del proceso.

Estoy empezando el profesorado de música, y pese a que no tenía ningún conocimiento en el área pude aprobar el ingreso, aunque no sin dificultades.

Ya puedo empezar a practicar realizar transmisiones de radio, y en eso estoy, juntando las ganas, sumando conocimiento de el método de trabajo dentro del rubro. Me interesa mucho meterme en el rollo de la música retro, el mundo del rock, el retrogaming, será cuestión de practicar. Pronto habrá novedades.

A principios de 2020 me puse a armar un recetario, una versión mejorada del que había empezado de chiquito (allá por los 10 u 11 años), complete el primer cuaderno y ya he iniciado en estos días un segundo cuaderno que en este caso se centrara únicamente en recetas libres de gluten y además, algunas libres de lactosa, como para empezar a practicar con tiempo y paciencia e ir especializando aunque sea un poquito mas en ese tema, que por razones personales y familiares me es realmente conveniente mejorar mi conocimiento en ello. 















Este pasado fin de semana me he puesto a instalar emuladores y juegos de arcade, y ahora me encuentro instalando emuladores y juegos de consolas retro varias (Nintendo family, SNES, Sega megadrive, Sega saturn, creo que dreamcast, nintendo gameboy, GBA, NDS), se que llego tarde, pero si hay que encerrarse en casa ahora no habrá con que aburrirse definitivamente. 


Al margen de muchas cosas que tendré que suspender para poder enfocarme mejor en mis actividades académicas, valoro enormemente el haber logrado finalizar la lectura de la saga de Harry Potter (los 7 libros originales), para ahora si, poder enfocarme en otras lecturas que vienen interesándome desde hace tiempo.




Se que va a ser un año movido, como lo es para todo estudiante que empieza a vivenciar su primer año en una carrera universitaria, en cuanto a la adaptación a la carrera, a la institución, al ritmo de convivencia con sus compañeros, al ritmo de trabajo particular de cada docente, pero por esa razón, es que precisamente algunas actividades concluirán esta semana para que el cursado no se vea perjudicado.

Veremos como todo avanza mas adelante.


sábado, 9 de enero de 2021

Reflexivo III


14:20 hs

La ansiedad, el nerviosismo, las inseguridades, el desgano, la fatiga, llevan a uno a dejar pasar posibilidades y situaciones a lo largo de su vida, y mientras uno es joven eso no parece ser algo muchas veces de niveles mayúsculos, porque uno piensa que seguramente ya habrá momento para encarar aquella idea momentáneamente pospuesta, pero de grande, pasados los 30 diría, aquello que uno pospone al principio puede no tener tanta importancia aunque solo pensar unos días después la idea comienza a perseguirlo.

La conciencia sobre el tiempo y la finitud de éste resulta inevitable.

En lo que a mí respecta, haber decidido realizar cursos de tareas manuales fue una manera de encontrar conocimientos prácticos útiles, rápidos de incorporar y que me ayudaron a entender mejor a aquellas personas que encuentran un estilo de vida cultivando aprendizaje y placer en actividades no académicas.

Fui descubriendo que mi mente se había obsesionado de a poco a lo largo de los años con la idea de obtener un título, a sabiendas de que aquél proceso seleccionado como forma de estudio llevaba años acumulando fracasos.

Había llegado al punto de no poder entender como era que la gente hacía para sobrellevar su día a día sin titulación académica alguna a sabiendas de que no crecerían económicamente, no de manera notable manteniendo ese método de trabajo.

El tema de la escala salarial y hasta el cómo eso podía influir en las relaciones sociales se había convertido en un problema en mi mente, un problema muy estúpido porque en realidad todo se provocó como una concatenación de pensamientos, porque la idea del crecimiento económico nunca me pareció tan importante, me importaba que mi futuro emprendimiento personal progrese; pero todo empezó por un pensamiento y una conducta obsesiva aplicada sobre ese pensamiento.

Lo de la conducta obsesiva lo menciono porque me lo mencionó mi terapeuta, y a esta altura creería que no es discutible, supongo.

Entre tanta falta de resultados favorables en cada carrera que encaré, los cursos me devolvieron el ánimo y me llevaron a pensar que podía ser útil en otros ámbitos, dado que a nivel laboral mi suerte también venía siendo bastante esquiva.

Pero hay una diferencia respecto a las charlas y capacitaciones que años atrás realizado, las charlas y capacitaciones las había hecho casi en su completa totalidad con el fin de sumar puntaje docente.

Dejé de lado esa idea de formación cuando supe que una modificación del ministerio de educación de la provincia disponía que para acceder al cargo de preceptor, aunque fuera como suplente había que tener un título de profesor. En ese momento enterré la idea de seguir formandome de esta manera.

Los cursos, en cambio, buscaron la idea del puntaje docente hasta la llegada de la normativa de la provincia, pero a partir de la misma mi enfoque de formarme se mantuvo casi detenido porque la mayor parte de las cosas que he realizado ha sido por la vía gratuita, exceptuando dos cursos de preceptor y algunas charlas.

Pero en el año 2018 creo que fue, comencé con la idea de mejorar mi formación en conservación de archivos, y a partir de ahí intenté darle continuidad a esa formación, aunque aquello no tuvo mucha efectividad por culpa de mi pobre constancia.

A partir de la pandemia volví a la idea de los cursos de conservación de archivos y, de rebote conseguí poder realizar un curso de encuadernación.

Los cursos de GO entran en un anhelo relativamente reciente.

La sensación de aprender algo y de empezar a formas parte de una comunidad fue una motivación enorme definitivamente.

Lo importante es llegar a dentro de unos años sin esa horrible sensación de haber dejado pasar el tiempo y haber desperdiciado posibilidades.

domingo, 9 de junio de 2019

Hace años que no escribo una sola línea


Aunque para ser sincero, lo poco que escribí nunca paso de los borradores.

Llevo meses, años, prácticamente desde el momento en que hice la última publicación, tratando de pensar material para un próximo escrito.

Y nunca paso de ese pensamiento.

Ahora intento romper con eso.

Demasiadas distracciones para una mente que se dispersa con una notable facilidad.

Decidí buscar la inspiración, de modo que ayer a la mañana fui al Mercado Norte, y entre las compras sume una botella de whisky, un natural detonador de inspiraciones.

Pasaron las horas, lo que mas sumo fue la dispersión pero no la inspiración.

Preparé arroz al estilo japonés, preparé caramelos de goma. Me senté a esperarla, pero ella no llego.

La inspiración se demoraba en llegar a mí, como la primavera a mi corazón.

Nada.

Busco música. Poco tan inspirador como la música, pero mi inmensa colección de discografías no arroja disparadores importantes para la ocasión.

Subí a la terraza del edificio, realice algunas tomas fotográficas, presencie la antesala del atardecer, y volví al departamento.

Finalmente la noche comienza a anunciarse. Y mi mente sigue en blanco.

Destapo el whisky,.

Escucho a Liam Gallagher.

Busco discos de Noel.

La noche transcurrió en una secuencia de videos de Oasis y de ellos como solistas.

El frío de la madrugada me recordó las tantas en bar Zombis, y aquel amor de una ocasión, y que luego volvió por otra ocasión, y que luego no volví a ver.

El sol regreso, la mañana se anunció.

Ahora suena Noel, mientras me preparo el desayuno y decido que es momento de tomar el cuaderno.

Tengo que salir adelante con esto, como solo Liam supo hacerlo en los últimos dos años.

Comienzo a escribir, catarsis reflexiva que alivia la mente, derramamiento pobremente ordenado de tinta que sirve para tranquilizar mis pensamientos.

Y es así, como el ejercicio de improvisación concluye después de casi cuatro años sin escribir. 



Para este ejercicio de improvisación use como material de inspiración la frustración del vacío creativo; una escena del tomo uno del manga Slam Dunk de Takehiko Inoue, donde el personaje principal pronuncia la frase "la primavera ha llegado a mi corazón" al descubrirse enamorado de la joven Haruko Akagi.

También use como inspiración mi rutina de compras en el Mercado Norte, un lugar que logra transmitirme la sensación de los mercados de puestos de otros lugares del mundo.

La salida a la terraza fue un intento más para sumar a la inspiración.

La trayectoria de los hermanos Gallagher, tanto en Oasis como en solitario siempre me ha parecido un autentico y muy admirable ejercicio de auto superación.

Aunque, en realidad, todo el éxito podría atribuírsele solamente al whisky, gran inspirador para la poesía y la literatura europea, logró traer a mi mente recuerdos de momentos fugases pero hermosos. Lo que puede hacer un poco de malta y grano destilada y conservada en roble quemado con azúcar.

Esto es todo, y a la vez no es nada.




sábado, 3 de octubre de 2015

Reflexivo II


Cuando me trajeron a estudiar, yo no pensaba que la adaptación sería tan difícil, yo entendía que ya no estaría con mi familia y pensaba que no había mucho de que preocuparse, me llevaban a otra provincia, dentro del mismo país, no tenía que costarme tanto.

Pero el día a día fue convirtiéndose en un mundo muy caótico.

Yo en el sur tenía mis dificultades pero sabía manejarme.

A mi no se me había ocurrido nunca que venir al norte me acarrearía tantos inconvenientes.

Ir a comprar una lata de choclo, un poco de queso y una pascualina para hacer una tarta derivaba en tener una conversación casi obligada con el almacenero sobre como estaba el día, sobre si veía fútbol, de porque yo alentaba a un equipo de buenos aires y no a uno de mi provincia. Eran muy entrometidos en los temas de uno.

Todo tenía una broma, todo eso me cansaba.

Yo odiaba que me llamaran gringo, porque así me llamaba un tipo que había estado en pareja con mi abuela, cuando el idiota sabía que no me gustaba que me llamaran así. Acá, "gringo" paso a ser mi apodo principal.

De pronto se acabaron las ganas de convivir.

Como los odiaba.

Cuando hablaban, rápido, deformando la pronunciación y llevándola casi a lo inentendible para mí.

Se ahorraban las consonante de casi todas las palabras, y eso me obligaba a adaptarme a lo que parecía una lengua totalmente nueva y nunca enseñada en la escuela.

Y su sentido del humor, todo provocaba la gracia y las risas exageradas, yo que venía de la cuna nacional de la seriedad y la mirada firme no podía soportar semejante desborde de sonrisas.

No podían pronunciar mi segundo nombre porque al ser mapuche, la pronunciación les resultaba confusa, y por ende ni siquiera hacían el esfuerzo por intentar mencionarlo al menos una vez.

A los bizcochos de grasa les decían "criollos" y eran el sustituto de todo al momento del desayuno y la merienda y cuanto ocasión de tomar mate hubiera.

En las panaderías no vendían tortas fritas, en la mayor parte de ellas solo encontrabas "criollos".

¿Como carajo me adapto a esto? pensaba yo muy internamente.

El tiempo me enseño.

Cuando me canse de tropesar y golpearme con los mismos problemas de siempre, cuando asumí que no podía seguir viviendo como extranjero en mi propio país por no querer aceptar las costumbres de otros connacionales, por mas que ellos no quisieran aceptar muy del todo las mías.

Cuando entendí que no podía seguir persiguiendo sueños de allá, estando yo acá.

Ahí me encontré. Y me dolió. Y me sentí un poco solo. Quizás muy solo.

Y ahí acepte que necesitaba conocer gente de acá, y empezar a aprender.

Porque eso es la vida, un ida y vuelta permanente, pero siempre aprendiendo.

Acepte empezar a hablarme con aquellos que me hablaban y yo ignoraba.

Comencé a juntarme con ellos a estudiar y a comer cada vez que era posible, ya que hasta el momento me hablaba por lo general con chicos de otras provincias y principalmente de mi provincia natal.

Conocí varias caras en una misma ciudad, la de la vida "bien" de Nueva Córdoba, la de vida "normal" en los limites del centro y los barrios aledaños, y la vida sufrida en los margenes de la ciudad.

Así viví varios años. Ame las luchas de Alberdi, las luchas del "Pueblo de La Toma", las tome como bandera propia, aunque no lo fueran quizás.

Me volví interesado en saber por la vida de quienes no tenían escuelas y hospitales decentes, de quienes padecíamos un transporte con paros sorpresivos que nos dejaba a mitad de camino del destino deseado.

Me volví adicto al "Paseo de los Artesanos", empece a sentir la necesidad de peregrinar sus calles y pasajes de manera rutinaria y religiosa todos los fines de semana. Empece a comprender que ese lugar me transmitía una enorme calma.

Con los años llegue a la necesidad de aclarar mi mirada política. Pero tarde en mostrarlo públicamente, tarde siete años en hacerlo.

Y cuando llego el momento y pude en aquel papel de militancia ver que lo que yo conocía en realidad era mucho mas complejo, comprendí que no me había alcanzado el tiempo, y que quizás lo desperdicie enojandome sin sentido.

Cada nueva persona me enseño una razón para sonreír, me explico que siempre había motivos para juntarse y expresar la alegría de una amistad.

Entonces lo asumí, empece a reír mas seguido, empece a mirar de manera optimista, a sonreír y agradecer la oportunidad de conocer a cada uno de los que estaban cerca mío.

Y mi tonada sureña de pronunciación neutral y seca acepto algunos términos naturales de acá.

Ahora ya aceptaba cada broma con humor, disfrutaba de cada chiste y las diferencias culturales ya no era una barrera natural para mí; ya no existían ahora.

Asumí que el "Paseo de los Artesanos" era mi nuevo "Lugar en el mundo".

Entendí que todo este tiempo me había equivocado.

En realidad yo venía de la cuna nacional de la antipatía y al parecer había sido el líder de esa región.

Valoré cada encuentro. Valoré cada momento. Comencé a sentirme uno mas entre el montón.


No puedo creer lo que voy decir, de hecho nunca pensé que iba a hacerlo:

Voy a extrañarlos mucho cuando ya no este mas acá.


domingo, 24 de mayo de 2015

Todo en exceso hace mal

Recuerdo cuando en ocasión de unos dolores que tuve en el pecho decidí que iba a empezar a hacer ejercicio, no tuve mejor idea que comunicarles la decisión a algunos amigos y conocidos.

Algunos, profesionales de la salud, y otros, profesionales del deporte, aplaudieron la iniciativa. Y una en particular me hizo hervir la sangre de bronca.

Resulta que al contarle, me salio con "si, y a hacer abdominales hasta que se noten los cuadraditos".

Obviamente le critique lo básico de su razonamiento, pero ella se defendió diciendo que hoy en día si bien lo importante es lo de adentro, nadie se fija en vos si por fuera no te ves muy bien, y que en realidad la imagen lo es todo para llamar la atención del otro.

¿Como aceptar semejante banalidad?, ¿como se puede ser tan necio para decir semejante estupidez?

Ella insistió con su teoría, incluso menciono una ocasión en que una compañera suya de trabajo fue a comprar a un negocio, que yo la atendí, que identifique donde trabajaba y que le hice enviar saludos a través de esa chica. Entonces me dijo que cuando le comunicaron del mensaje la muchacha le dijo "presentamelo" haciéndole un guiño de ojos; y de ese modo defendió la idea de que me faltaba mejorar un aspecto débil en mi: mi estado físico.

Al margen de la historia ridícula que uso de excusa para potenciar su pensamiento, es interesante oír eso, encontrarme con un planteo que señala que la apariencia construye la personalidad, que el tener cuerpo trabajado nos dará mas seguridad.

Tengo años escuchando eso, y por eso mismo es que estoy convencido de que esa lógica funciona casi al revés.

No hace falta tener un cuerpo totalmente tonificado, lo único necesario es tener una rutina alimenticia equilibrada, respetarla, y ejercitarse en lo mínimo para mantenerse en buen estado.

El deporte en exceso es un absurdo tan grande como nocivo para la salud.

Desde que soy adolescente vengo defendiendo que el cuerpo tiene una utilidad, que la rutina sedentaria lo daña enormemente, que es necesario ejercitar ciertos músculos para evitar dolencias y problemas mayores a futuro.

Ahora, siempre deje en claro que mi defensa a hacer ejercicio tiene que tener un buen motivo, ir al gimnasio y entrenar partes del cuerpo que no necesitas entrenar, aplicar hipertrofia por la sola maña de hacerlo es generarse daños al largo plazo.

¿Cual es el problema con que alguien se sienta cómodo con su cuerpo?

¿Cual es la necesidad de perseguir la aceptación del otro? Incluso de personas que ni siquiera te conocen.

¿Realmente vale la pena?

¿Cual es el sentido en verdad?

¿No será que en realidad en la búsqueda de ese "cuerpo perfecto" se esconde un verdadero miedo?, ¿un miedo al estigma social?.


sábado, 23 de mayo de 2015

Fragmento 4

¿Así que eres feliz viviendo de ese modo tu vida?

¿Serías así de feliz si no tuvieras todo lo que ostentas?

¿Tu felicidad meramente por lo material? ¿Pasa por seguir tendencias momentáneas de moda?

¿Alguna vez te han hablado de que en la simpleza se encuentra la verdadera tranquilidad?

¿Sería feliz si no tuvieras todo lo que tienes?

¿Estarías igual de tranquilo contigo mismo como lo estas ahora?


viernes, 22 de mayo de 2015

Se me ocurre de momento

Hay cosas que me gustaría mejorar en mi personalidad, algunos de ellos son ya condicionamientos sociales.

El apego que tengo a ciertas cosas por ejemplo, me gustaría no tener tanto apego a ciertos elementos materiales.

Desde ya aclaro que no puedo desprenderme de los libros, hay una necesidad irremediable de leer, de conocer sobre otros ámbitos, otras sociedades, otras estructuras de pensamiento, o bien sobre ciencias, música, espacios en los que siento una relativa comodidad.

Pero de aquellos costumbrismos que me metió la sociedad con el paso del tiempo es de lo que quisiera librarme, la lectura es uno de ellos, pero eso sería mas bien un beneficio enorme para mi formación cultural.

El celular es una de las cosas que mas me molesto desde que llego a mi vida,trate de resistirlo lo mas que pude.

Cuando me dieron el primero ya lo veía como un elemento para que me hicieran seguimiento de mis acciones. Un atentado a mi libertad básicamente.

Lo evitaba, no podía siquiera hacerme la rata de la escuela tranquilo, eso podía sonar en cualquier momento y ponerme en problemas si lo que sonaba de fondo atrás mío no era algo parecido a un entorno escolar.

Con el tiempo tuve que aceptarlo, reconocer que todos lo usaban, que era útil para coordinarse con los amigos y compañeros de la escuela.

Con el tiempo adquirió una importancia relativa, de ser importante para manejarme con amigos a tener que sumar uno solamente para comunicarme con mi familia una vez que empece mi camino de estudiante universitario.

Llego a haber un tercer celular, que servía para llamarla a una mujer con la que no paso nada al final.

Hoy por hoy me manejo con dos, pero es uno el mas uso, aunque de ese aparato solo obtengo como mayor utilidad el reproductor musical.

Tengo días en los que suelo salir a caminara la plaza o al parque, y donde no llevo mas que el DNI y un libro, porque lo único que busco es experimentar la libertad, no sentirme esclavo de un elemento que solo me transmite una mentira que quiere hacerme creer a toda costa que solo con el estaré conectado al resto del mundo, y que es la única forma de comunicarme constantemente con los míos.

La comunicación interpersonal inicio eso: la idea de que a través de un medio distinto al natural se puede conservar el dialogo de tipo personal.

Soy un férreo opositor a los modismos que atentan el dialogo personal, a menudo reniego de algunas redes sociales.

Como también reniego de las modas, de la falta de defensa de la cultura popular.

No tengo muchas cosas en mi departamento, solo lo básico para sobrellevar el día a día, un par de zapatos y dos pares de zapatillas, cinco pantalones, tres camisas, cinco buzos y ocho remeras.

Vivo con tres plantas que están siempre mirando por la ventana, con lo justo en la alacena y con la heladera vacía. Con una pila de apuntes que son mi única compañía.

A mi no me molesta vivir así, al contrario, así es como he logrado mi perfecta armonía.


Fragmento 3

Adoro el clima otoñal, el aire fresco, especialmente el del atardecer.

Salir a caminar por la ciudad con mi campera de jean parchada, recorrer la plaza Colon, la plaza San Martín, El Paseo de los Artesanos. Caminar Alberdi.

Llegar a casa, sacar del ropero un par de frasadas mas para enfrentar la noche, es quizás la etapa que mas adoro del año.

Lo que no me gusta, que mas bien me genera cansancio, es el clima veraniego el pleno otoño.

Ahora estoy atravesando esa tediosa micro etapa, mientras espero ansioso a que regrese el clima fresco, con sus noches de te y chocolate caliente.

martes, 19 de mayo de 2015

Un pensamiento cotidiano

Desde hace un par de días vengo pensando en lo fácil que es hacer opinología sobre los demás ( los "demás" sería el resto del conjunto social).

Que simple que es juzgar a otros, minimizarle permanentemente el esfuerzo, cualquiera sea ese esfuerzo, desde la manera en que encara la rutina hasta una posible acción social.

Veo gente que llega al punto de decir que toda la sociedad esta desviada, que no tenemos valores culturales, que la sociedad de antes era mejor. Llegan al punto de compararnos con otro conjuntos sociales que, según ellos son mas estructurados.

Que somos unos mugrientos. Que no cuidamos a los animales.

Yo no creo que seamos de lo peor.

En lo personal creo que el tema debiera ser un "asunto personal" (valga la redundancia).

Llevo años en realidad pensando en esto, lo que me ocurre es que cuando empiezo a razonar eta situación quedo prácticamente durante días dando vueltas con el tema.

Básicamente creo que como sociedad no tenemos motivos para pensarnos como lo peor que pueda haber, y creo que las comparaciones no son malas pero están muy mal aplicadas.

Pretender que cambie el conjunto entero no me parece la solución. Estoy convencido de que el cambio debe ser personal.

Si a uno le disgusta algo, tiene que ser uno mismo el que promueva el cambio a través del ejemplo.

En mi caso, que me duele la situación de la gente viviendo en la calle, lo que hago es participar en un comedor para gente en situación de calle, lo hago de manera totalmente voluntaria. En otras ocasiones he viajado a localidades vecinas para ayudar a damnificados por catástrofes naturales, y en esos casos me he integrado a grupos armados para funciones especificas.

En esos casos trate de dar el ejemplo de como mejorar como sociedad a través del empeño personal.

Alguna vez también fui socio de Médicos sin Fronteras, de UNICEF y hasta de un importante Club de mi país.

Hay otras cosas que también me preocupan, como el maltrato a los animales, pero en fin, no me da el tiempo para dedicarme a tantas actividades.

Creo que de esta forma uno aporta mas socialmente que haciéndolo desde la estricta posición crítica, que en definitiva no hace mas que cuestionar permanentemente al conjunto social.

Durante el mundial de fútbol que se desarrollo en Brasil en el 2014 note, ya bastante acostumbrado, como la gente se deshacía en elogios para con los japoneses, pues resulta que al finalizar cada partido donde jugaba su selección, esta gente, de manera muy organizada, se disponía a levantar toda la mugre que habían generado para entregar su lado del estadio tan limpio como al momento en el que ingresaron para ver el partido.

Bueno, obviamente se empezó a decir que eso era "cultural", un claro ejemplo de lo atrasados que somos como sociedad porque somos incapaces para organizarnos incluso para una iniciativa tan simple como esa.

Solo por mencionar ese caso podemos decir que tenemos un problema para resolver.

Pero, por ejemplo, yo que los admiro tanto a los japoneses por su alto nivel de organización no puedo evitar tener que reconocer que ellos tienen conductas gravisimas que atentan contra la fauna marina.

Solo voy a mencionar el consumo de carne de ballena y de aleta de tiburón, pero la cantidad de especies que están en vía de extinción, y en las que ellos han contribuido notablemente a esta situación es algo en verdad muy alarmante.Hay pedidos de la ONU solicitándoles que los retiren de su dieta cotidiana para salvar a dichas especies.

Ellos también acarrean problemas severos en cuanto al nivel de abusos sexuales, tienen una tasa altísima al respecto. La cantidad de hombres mayores que se estaciones frente a las escuelas para filmar, fotografiar y dar a conocer estos contenidos en internet es algo enormemente preocupante.

Entonces, no veo mal reconocer nuestro errores, es una forma de promover el progreso social. No veo mal que se hagan comparaciones con la realidad de otras sociedades, nos ayuda a ver que tanto avanzamos ( o lo contrario).

Pero lo que si veo muy mal es la crítica permanente por el solo hecho de cuestionar, y donde la idea no es mas que dañar.

Comencemos dando el ejemplo entre nosotros de manera respetuosa.

Hagamos simples acciones, muchas veces es la mejor forma de empezar algo que con el tiempo nos dará un gran aprendizaje para poder enseñarle a los demás.

Separemos la basura en casa, limitemos el consumo de agua, participemos en organizaciones para el cuidado de animales. Empecemos a informarnos sobre la realidad del maltrato que reciben las mujeres socialmente, organicemonos para ayudarlas a defenderse.

Pero ante todo, no nos quedemos en el simple y cómodo comentario que solo sirve para cuestionar y nada mas.


viernes, 15 de mayo de 2015

Reflexivo

Me es irremediable cada vez que me encuentro solo, cada vez que el silencio me envuelve, no quedar victima de los recuerdos del pasado, de las vivencias de la infancia y la adolescencia que de alguna manera u otra fueron adquiriendo un significado de enorme valor para mí.

Me gusta pensar que esto que me ocurre también le sucede a otros.

Que esos otros también son victimas de sus recuerdos del pasado, que ellos también añoran aquellos grandes momentos transcurridos.

Que en esos recuerdos uno revive las primeras sonrisas picaras con papá, los paseos por la plaza de la mano con mamá, como también las primeras y cada una de las travesuras de niño en el barrio.

Los primeros golpes de esos bien fieros con la bicicleta "sin rueditas", los cumpleaños con los amigos cerca de casa y con los compañeritos de la escuela. Las tardes ya muy anochecidas jugando a la pelota.

Los actos del 25 de Mayo, del 9 de Julio y el Día de la Bandera vestidos de Granadero, de Belgrano o de negrito vendedor de empanadas.

El primer día en la secundaria, los nuevos compañeros. El hacerse el muy hombre renegando de los besos de mamá.

El primer amor. Las primeras lagrimas por aquel sentimiento que resulto no correspondido.

Las primeras escapadas de la escuela.

El sostenerse codo a codo con los amigos, el estar juntos aún al momento de defenderse de la agresión de otros como uno o como no.

El egreso del colegio.

El asumir que algunos seguirán estudiando y otros empezaran a trabajar, que seguimos siendo chicos, pero que llego el momento de "madurar".

Que nefasta mentira es la madurez, matar la adolescencia y empezar a envejecer.

Me es irremediable no acordarme de lo que fui alguna vez. Me gusta pensar que a otros les sucede también.


jueves, 14 de mayo de 2015

Seré un puñado de angustias
cuando ya no sepa de vos.

Me envolverán el dolor,
los recuerdos de lo que fue tu presencia
y el pesar lógico de tu ausencia
se encargarán de aclararme
lo irremediablemente obvio:
Que ya no vas a volver.

Pero yo igual te esperaré,
porque eso es la fe,
creer que algún día
vas a volver.

Que entraras exultante de felicidad
y llenaras la casa de alegría,
que bailaras con la radio encendida,
que me dirás con algarabía
que sabrías que vendría,

Que hasta has preparado la comida,
y que tienes para contarme
mil cosas que han pasado
en el poblado en estos días

Y yo te escuchare
con enorme atención y simpatía
mientras vos
entre frases y sonrisas
llenaras de alegría
esta sala vacía
en la que yo espero
que vuelvas algún día.



domingo, 10 de mayo de 2015

El hombre que maldecía su desgracia

Insultaba. Insultaba a los cuatro vientos. Todo le molestaba, esta claro que vivía nervioso,presa de su torpeza natural, enojado porque todo lo que le pasaba a diario lo confundía.

Quería tener estilo. Para ir a trabajar lo hacía de traje, sombrero fungi estilo tanguero y maletín en mano.

No podía con el genio, todos los días iba a la parada del colectivo, mientras se quejaba en voz baja de la cola de gente esperando, de los colectivos cargados de pasajeros que le hacían pensar lo que le podía esperar. El siempre veía el día nublado.

Se quejaba del viento que le desacomodaba el sobretodo cuando no lo tenía abrochado, que le corría el sombrero de la cabeza, que el maletín por lo pesado le cansaba la mano, y entonces lo pasaba a la otra mano, luego esta se cansaba y terminaba en el piso entre sus piernas para finalmente volver a la primer mano haciendo así un circuito interminable.

Se quejaba, se quejaba y en eso una ráfaga de viento le voló el sombrero fungi estilo tanguero justo cuando a una cuadra se vislumbraba la llegada del colectivo que tanto esperaba. No quedaba mas opción, había sido una adquisición demasiado cara, por lo que tomo su maleta del suelo y entre maldiciones dedicadas al mismo viento vio como el accesorio iba tomando altura, y el, corriendo para ver si en algún momento podía hacerse de nuevo con su elemento.

Como les decía, corrió por la vereda, corrió esquivando vendedores ambulantes, chicos de primaria y secundaria, señoras comentando los avances de la novela de la noche anterior, y simples personas distraídas de este pobre desgraciado que termino impactandolas, y que sin tiempo alguno de disculpa correspondiente, se reincorporaba, continuaba su andar desesperado maldiciendo al viento por el cansancio provocado, por el calor que ahora llevaba encima pese a ser una mañana de 8 grados de temperatura.

La transpiración en la frente, el traje todo desacomodado, la escena para cualquier automovilista de un hombre con sobretodo cruzando la calle a las corridas atrás de un sombrero que tenía a dos metros por encima resultaba por demás entretenida.

Finalmente y tras dos cuadras de persecución muy poco inadvertida por los transeúntes, nuestro personaje logra hacerse con su tan apreciado sombrero fungi estilo tanguero, al cual el viento ha dejado caer sobre una de las entradas a una galería comercial, allí en Av. Colon.

El se detiene frente a el, lo mira, lo mira mientras respira con intensidad, lo mira mientras respira con intensidad y nota con franca desilusión lo desacomodado y húmedo de transpiración que ha quedado su traje.

La gente lo mira a el, lo miran y tratan de entender la escena ocurrida a las 7 am. Todos a su alrededor entienden que aún tienen sueño, excepto el, que lo perdió persiguiendo un sombrero, el único sombrero en las dos cuadras que duro la persecución, y quizás también en toda esa parte de la ciudad.

El se acerca a su sombrero, lo levanta, lo sacude y lo regresa a su ahora despeinada cabeza, para luego mirarse las manos, mirar su maleta y maldecir su mala suerte cotidiana.

En eso llega el colectivo, que se detiene en el punto indicado a pocos metros de el. El se sorprende, haber corrido tan rápido como para adelantarse al vehículo.

Se alegra, es que quizás no fue un día tan malo, algo bueno puede rescatar después de tan traumatica escena.

- "Quizás este pueda ser un gran día", dice ilusionado mientras camina a la parada para abordar el colectivo.

Fragmento 2

Cuando cae la noche, y mas aún si esta lloviendo, es cuando parece que me viene la mejor inspiración.

Eso parezco tenerlo claro, porque hoy es domingo, son las tres y media de la tarde y no se me cae una idea de la cabeza.

Esta claro, hoy es domingo de flojera, un domingo como cualquiera.


miércoles, 29 de abril de 2015

De Fútbol y de Trenes

Yo me acuerdo aún de esa noche. Si, yo aún lo recuerdo.

Corría Diciembre del 2010, era la antesala de la final de la Copa Sudamericana que Independiente jugaría con Goias de Brasil.

La tensión en mi cuello y en mi espalda fueron la gran vedette de aquellos días, y en especial de aquella noche.

Llegar de la facultad y buscar en internet alguna transmisión de esas bien truchas, sentarme y empezar a rezongar cada 2, cada 3, cada 5 minutos, porque se caía la señal, la podrida señal trucha.

Por ese entonces ni internet pagaba yo, me limitaba a tomar señales que figuraban sin contraseña por la zona. No había plata para tanto lujo.

En fin, me senté, escuche el partido, que fue genial, porque en la ida habíamos perdido por 2 a 0, y ahora, en la vuelta, arrancamos con ellos metiéndonos un gol, pero en rápidas reacciones de nuestros delanteros pasamos a ponernos por 3 a 1. Parecía una final soñada, la tensión al máximo, de seguir con este resultado, pasábamos a los suplementarios de "15 y 15", y ni hablar si persistía el mismo resultado; ahí ya pasaríamos a los penales.

Todo eso sucedió.

Los suplementarios fueron una tortura donde ninguno se toco, y en los penales la sangre hervía.

A todo esto, los 3 goles de Independiente los grite con un desespero único. No podrían imaginar algo menor en los penales.

Pero entre tanto y tanto sería útil entender cual era el contexto en el que trascendía mi noche.

Yo vivía en un edificio, mis vecinos en el piso no eran de darse a conocer mucho. Excepto una de las vecinas.

Un caso muy particular. Criada en la alta alcurnia, ella y su hija (que no pretendía que la consideraran menos que la madre), eran de las típicas copetudas de un conchetisimo barrio porteño.

Nunca me explico como carajo fue que termino en el centro de Córdoba, al que según ella, odiaba con todo su corazón; desde lo mas profundo de su corazón.

Ella gritaba muchas blasfemias. Era peor que un patovica cuando quería expresarse agresivamente con alguno de los vecinos. Ella estaba convencida de que tenía el derecho a tratarnos como a una mugre.

Curiosamente yo le caía en leve simpatía, razón por la cual algunas veces tenía que soportarla.

Aquella vez la había visitado una hermana, que se la daba de española, pero vivía también en el interior del país.

Fue esa noche que estaban todas reunidas en el departamento, viendo un programa de la televisión estatal española.

Hubieran visto el programa sin problemas pero cada tanto se escuchaban gritos en el departamento de en frente; gritos que ellas escuchaban bien porque tenían la ventana abierta, al igual que el vecino que gritaba.

Cada gol para mí irradiaba la necesidad de gritar desesperadamente. Los penales no fueron menos, no llegue a mi libertad en pleno con los últimos tiros porque salto esa mujer engreída en aire gallego y empezó a increparme muy alardeantemente:

- ¡Podes dejar de gritar que trato de ver la televisión tranquila!

No podía ser menos y salí al cruce de inmediato:
- ¡Seguí con lo tuyo y a mi no me jodas!

Y en ese momento fue que recurrió a la amenaza:
- ¡Si no te dejas de joder voy a tener que llamar a la policía!

Cansado de la discusión, le cerré el dialogo:
- ¿Sabes que? ¡Voy a cerrar la ventana porque no tengo ganas de discutir con vos!

Y así fue.

Últimos tiros desde el área penal, remata el maestro, remata Tuzzio. Gol y a otra cosa. Gol y grito desaforado, quizás mas desesperado y con mas fuerza que nunca antes. Quizás mas que en aquella copa local del 2002.

La vieja manotea el teléfono, yo empiezo a saltar y cantar en el comedor, de ahí pego el salto a la habitación, arranco la bandera de la pared a la que solo estaba unida por unos puñados simples de cinta transparente gruesa, corro a abrir la puerta, corro por el pasillo a los gritos, bajo las escaleras a los gritos, salgo del edificio gritando, cantado desaforado, y en eso llama mi viejo a mi celular:

- Hijo, ¿sabes como salio el partido?

- ¡Ganamos!, ¡estoy yendo al centro a festejar!

- Bueno, bueno, jaja, no vuelvas tarde nomás.

- ¿Chau Pá!

- Chau hijo

Entro a la peatonal, llego a la calle Tucuman sorteando insultos de fanáticos locales que nunca supieron lo que es ganar una copa local, menos sabrán lo que es ganar una internacional.

Llego a la avenida Velez Sarfield pero el transito es el de siempre, entonces bajo hasta casi llegar a la Peña del club en la ciudad (Peña que hoy ya no existe), y los veo salir a todos en caravana y cantando, de modo que me llego eufórico a sumarme con ellos.

Había algunos uniformados, mucho no nos importo a los casi 200 que terminamos cortando el transito, caminando y cantando alrededor del poste que en su parte mas alta tenía una cámara para vigilar el movimiento vehicular, justo en la intersección de las avenidas Velez Sarfield, Irigoyen y Bv. San Juan.

Aparecieron mas de esos aguafiestas pero esta vez vestidos de civil. Tampoco nos importo, durante poco mas de una hora nos divertimos haciéndolos rezongar cada vez que los esquivábamos, puesto que en cada ocasión que se acercaban a corrernos para la vereda del Shopping que da a Velez Sarfield, nosotros salíamos a darle otra vuelta al susodicho poste, dejándolos a ellos acaparando los insultos de los automovilistas.

Ya para cuando nos cansamos de verle la sufrida cara de bronca a los canas, para cuando nos cansamos de cantar, nos dispersamos. Cada uno a su casa, porque después de todo la vida sigue, y esos momentos en realidad son solo instantes, y duran y deben durar solo lo que dura un instante.

Por eso volví a casa, sintiéndome campeón, quizás como muy pocas veces en mi vida me sentí.

Dormí tranquilo, dormí feliz.

Pero fue esa noche, que entre esos momentos, entre canto y canto, cuando nos detuvimos en la avenida después del ritual de darle la vuelta al poste de transito, se me dio por mirar al cielo.

El se había ido poco mas de un año atrás. Mi abuelo.

El me transmitió el sentimiento por un club que ni siquiera era de mi zona, puesto que mi familia es de Chubut, y yo lo mas lejos que llegue fue a Córdoba, pero nunca pise Buenos Aires.

El había sido ferroviario. Dicen los que lo vieron en el taller, los que presenciaron esas épocas, que el fue uno de los mejores ferroviarios que pudo haber en el pueblo. En El Maiten.

El fue en sus inicios un empleado en una estancia a cargo de unos ingleses, trabajaba arreglando herraduras y demás materiales que en lo cotidiano se dañaban.

Un buen día, tras recibir la noticia y meditarlo, emprendió el camino hacia la estación ferroviaria, su encargado en la estancia le había dicho que ese era un error enorme.

Tomó el tren, paso frío, llego a un pueblo desértico, horrible, donde empezaría su formación: Las Martinetas, provincia de Buenos Aires.

En el Ferrocarril empezabas de abajo, y eso implicaba salir a reparar rieles y durmientes. Ser "Obrero de Vía y Obra" era extremadamente agotador, coordinarse con los compañeros, cavar, trabar el riel, y a fuerza de mazazos sacar un durmiente que, entre 4 hombres había que llevar con el resto de los materiales a fin de ser revisado en el taller principal.

Fueron años difíciles, sufridos por sobre todo, de crecer laboralmente, de ir escalando, de mirar la planilla de "Traslados y Vacantes".

Esa planilla que el chequeaba todas las semanas. El objetivo era claro, había que volver a El Maiten.

Reviso esa planilla durante meses, hasta que surgió la posibilidad. Comenzó a trasladarse cada vez mas cerca, de modo que el momento estuviera cada vez mas latente.

Y fue así que logro regresar a la Patagonia, quedando a muy pocos kilómetros de lograr el anhelo.

Finalmente logró obtener el pase a su pueblo amado. Su superior salio a atajarlo, a decirle que solo perdía el tiempo, que en ese pueblo no iba a progresar. Pero el no lo escucho, armo el bolso y emprendió con rumbo a la estación ferroviaria.

Atrás iban quedando los días en que llego y el ingeniero que vio bajar del vagón a todos los chicos en busca de trabajo exclamó:

- ¿Que hizo el ingeniero en Maiten? ¡si yo no necesitaba a tantos!, acá mínimo la mitad se van a tener que volver.

En esos momentos lo salvo la liquidación que le dieron en la estancia, que le alcanzo para mantenerse a el y a otros obreros mas. Lo salvo tener una libreta a mano, para calcular lo que prestaba y asegurarse de que le fuera devuelto, para asegurarse de poder subsistir mientras todos los recién llegados eran puestos a prueba a fin de ver quienes serían los que se quedarían trabajando en la estación de Las Martinetas.

Atrás quedo aquel sufrimiento, ahora volvía un hombre formado, con nuevas ideas de como progresar en lo personal.

Allí nacieron sentimientos, pasiones, sufrimientos.

Entre esos sentimientos, pasiones y sufrimientos hubo algo que aprendió y excedía su formación como ferroviario.

Me contó alguna vez que en ocasiones al salir de trabajar se iba al bar de ese pueblo bonaerense, se sentaba y trataba de pasar el rato. Pero no era fácil, los compañeros discutían respecto de cual era el mejor equipo de fútbol en aquel entonces, que si era River, o que si era Boca, y la verdad es que a mi abuelo lo tenían bastante cansado con ese tema.

Por aquel entonces el había quedado sorprendido con un equipo que a nivel internacional generaba un respeto nunca antes visto en todo el mundo.

Lo que hacía el Club Atlético Independiente no era captado del todo aún en el país. Pero fuera de Argentina despertaba fascinación, al punto tal de que un medio en Colombia propuso cambiarle el nombre a la "Copa Libertadores de América" por el de "Copa Libertadores de Independiente".

Todo esto deslumbraba a mi abuelo, sumado a algunos torneos locales ganados en ese tiempo, y por sobre todo a la destreza de los jugadores de entonces que, comandados por Bochini y Bertoni, se encargaban de dejar en claro que ellos iban a rendir tributo a la primera linea del Himno Tango del Club, esa que dice "Somos los de Independiente de pierna fuerte y templada".

Fue suficiente para el, y fue suficiente para responderle a cada pasmado que se acerco desde ese momento a preguntarle:

- ¿Y vos Guillermo que pensas? ¿para vos quien es mejor? ¿River o Boca?

Fue muy simple para el:

- ¡A mi me dejan de joder con eso, yo soy de Independiente!

Suficiente y a otra cosa. No se hablo mas del tema. Ahora había otras preocupaciones, había que ver personalmente a ese equipo de juego místico, o como se decía en aquellos días: "De paladar Negro"

Supo a través de la radio que Independiente jugaría con Olimpo en Bahía Blanca, fue entonces que un domingo de franco salio corriendo a tomar el tren para ver y deleitarse. Fue una victoria sublime. Fue conocer un mundo que hasta aquel entonces solo había escuchado por boca de otros.

Luego los vio en Avellaneda, eso fue distinto, porque llego tarde y tuvo acomodarse en la tribuna visitante, la de Huracan, y muy callado ver como sufrían los porteños quemeros, como insultaban el perder por 1 a 0. Siempre recordó como despotricaron contra "La hormiguita roja", un jugador de ese entonces.

Esa pasión la llevo a El Maiten, donde en la estación los obreros hablaban de juntarse a jugar a la pelota. La inspiración los llevo a salir del turno noche a picar ladrillos y bloques antes de volver a casa, para luego empezar a levantar un club que tendría mucha impronta de aquellos que por radio escuchaban ellos que existían en Buenos Aires.

Mi abuelo me dio la pasión por un club que no llegue a conocer nunca en lo personal.

Aquella noche de Diciembre del 2010 miré al cielo y creí encontrarme con el. 

El ya se había ido, el cáncer lo había consumido, pero en mi mente seguía presente.

Yo desde ese entonces comencé a crear dentro de mi la conciencia de que uno nunca muere. Es el olvido el que puede matarte.

Comprendí que mientras estuviera en mi mente, mientras yo lo recordara en lo cotidiano, el seguiría presente. El solo moriría si yo lo dejaba escapar de mis recuerdos, si le soltaba la mano y lo dejaba perderse en el firmamento.

El firmamento puede ser blanco o negro, pero a medida que algo avanza en el, uno lo va perdiendo de vista por haberlo dejado ir.

Fue por eso que no quise soltarle la mano. El me llamo unos días antes de partir, me explico que ya no podía respirar bien, que era inevitable la llegada del final, me dijo: "Estudia mucho, siempre te voy a querer". 

Comprendí que mi mundo comenzaba a desmoronarse, que no había nada que yo pudiera hacer, el transitando sus últimos días en El Maiten, y yo en Córdoba, tratando de asimilar en soledad la dureza del momento.

Nunca quise soltarle la mano. Unas semanas antes nos abrazamos en el hospital del pueblo y lloramos lo que sería nuestro último encuentro.

Siempre lo voy a querer. Mas allá de todo. Recordando los paseos de niño en su camión por el pueblo.

Siempre lo voy a querer. Incluso mas allá de esta existencia. Yo sé que el hizo su mejor esfuerzo por dejarme algún legado, aún desde su mas humilde situación.

Lo nuestro fue una pasión mutua por el fútbol y los trenes.









En conciencia de la víspera del 1º de Mayo, día Internacional del Trabajo, y en recuerdo del 2 de Mayo, fecha de tu partida a la inmortalidad, quiero recordar al primer trabajador de nuestra familia reconocido por el estado argentino.

Te quiero abuelo, siempre te voy a querer.


lunes, 6 de abril de 2015

Fragmento 1

"...y casualmente hoy es tu cumpleaños.
Lo sé porque desde el día que te conocí nunca mas olvide esa fecha, ni tu nombre.
Hoy que solo quedan cenizas frías y esparcidas por el viento alrededor del parque donde alguna vez nos supimos conocer, solo me queda asumir que si algo salio mal fue por culpa mía.
Quisiera de alguna forma que supieras cuanto lamento todo lo que paso, y cuan arrepentido estoy del daño que cause.
Nunca mas podré verte de la misma forma a como te conocí aquella vez.
Soy un tonto que no supo como hacerte sentir bien..."

"Historia de lo que no pudo ser" 

martes, 10 de febrero de 2015

Mi propia mentira

Si tomo una frase de aquellas que me escribías podría decir que fuiste
perfecta elaborando mentiras.

Si tomo cada momento de los que te entregue en la mía, que termino
siendo tu vida, podría decir que fui perfecto deshaciendo mi alegría.

Termine siendo un chico que ya no tendría ni autoestima.

Pero es verdad, fui un tonto, que además actuaba de tonto porque en
cada acto buscaba robarte la sonrisa.

Las cosas tienen un motivo, hoy parecen una tontería, pero para mi
sirvieron para creer que se podía transitar el tiempo y el espacio en
compañía.

Entonces de algo sirvió y no es para que me invada la apatía.

Si te equivocaste, si me equivoque, fue porque buscábamos robarnos la
sonrisa; porque yo se que en el fondo no puedo mentir, yo también te
vi sufrir.

Si dijera que fuiste la peor experiencia vivida, entonces tendría que
decir que soy muy bueno elaborando mentiras.

No fuiste tan mala como creía. Soy yo, que en mi angustia me decía
"Nadie me hará sentir como ella lo hacía, pero tengo miedo de que otro
pueda sentir lo que a mi me dio tanta alegría".

Soy un tonto, un tonto que sólo se arruino la autoestima.

Fuimos libres alguna vez, somos libres nuevamente para buscar nuestras
propias alegrías.

Si vuelvo a cruzarte ya no te negare la sonrisa, porque soy culpable
de tu sufrimiento engañándome en mi propia mentira.

Nunca me verás llorar

señorita no me insista mas
mi mente en este momento
es como una noche helada,
fría y solitaria por demás

como un cristal roto
que fueron partes de un corazón
que ha dejado de funcionar

mi corazón es como un barrilete
que se eleva con el viento
 y que trepa por demás

que cuando el viento baja
cae desde las alturas
y azota al aterrizar

El viento y la lluvia
tapan mis lagrimas de tanto esperar
ese momento tan preciado
que ya no volverá.

sus ojos fueron primavera
que alegraron mi andar
le dieron sentido al niño
que de mí nunca deje escapar

pero hoy estoy tan solo y perdido
que me siento derrumbar
en esta noche fría y solitaria
en la que lloro por demás

La lluvia será mi mejor testigo
de que te ame
mas de lo que pude imaginar

La lluvia será mi cómplice
Nunca me verás llorar.